Por eso es importante que conozcas con detalle qué es la reserva de postura y cuáles son los efectos de usarla en tus pujas, teniendo claras las posibles repercusiones, tanto positivas como negativas, que puede suponer recurrir a ella en cada supuesto.
En este artículo te contamos:
La reserva de postura es una herramienta a disposición de los participantes en una subasta que les permite elegir que no se les devuelvan inmediatamente las cantidades consignadas para participar en ella, manteniéndose esta suma bloqueada a la espera de que el mejor postor cumpla con su obligación de abonar el resto del precio.
Así, en caso de que el mejor postor no cumpla con las formalidades para adjudicarse definitivamente el bien, éste podrá pasar al siguiente mejor postor que haya realizado reserva de postura. En caso de no hacerlo, no existirá posibilidad de adjudicarse el bien.
Por tanto, si tu puja fue la segunda más elevada pero no realizaste reserva de postura, no podrás adjudicarte el bien, ya que quedarás fuera de la subasta tras la primera adjudicación.
Solo los participantes con reserva de postura podrán acceder a esta ‘segunda vuelta’ y sucesivas, en su caso. Ten en cuenta que si el segundo postor tampoco abona el precio, se seguirá agotando la lista de mejores posturas con reserva.
Cabe recordar que el depósito en las subastas públicas (enlace a nuevo post) consiste en una cantidad de dinero que el participante debe entregar en concepto de fianza para poder participar, y que corresponde a un porcentaje determinado del valor de subasta del bien o lote de bienes.
Pujar con reserva de postura significa que aceptas mantener tu depósito bloqueado hasta que la subasta termine definitivamente, por lo que esta elección demuestra, en principio, que confías en la posibilidad de resultar adjudicatario a pesar de que tu postura no sea la más elevada, o sencillamente que estás verdaderamente interesado en el bien subastado.
Hay que tener en cuenta que al elegir esta opción estarás validando que tu dinero permanezca inaccesible durante un plazo de tiempo más elevado de lo habitual, por lo que no es una buena estrategia utilizar la reserva de postura siempre y en todo caso. Muchas subastas pueden tardar meses o incluso años en cerrarse.
El proceso de reserva de postura está íntimamente relacionado con el de constitución del depósito de la subasta, un paso obligatorio en toda subasta pública.
Al pujar en cualquier subasta dentro del Portal del BOE deberás consignar una cantidad obligatoria (normalmente de 5 % del valor de subasta del bien o lote de bienes) y, en el momento de hacerlo, deberás indicar tus datos bancarios (IBAN), tu NIF, tu nombre y apellidos y la cantidad consignada.
Si quieres saber más sobre el procedimiento de puja te recomendamos leer este artículo. En lo que a la reserva de postura se refiere, debes saber que, en caso de que no resultes adjudicatario, pueden ocurrir dos cosas en función de si has realizado o no reserva de postura:
Sin reserva de postura, se ordenará la devolución del importe consignado cuando la subasta completa haya concluido en el Portal de Subastas, o bien cuando la subasta sea cancelada por la autoridad gestora.
Con reserva de postura, se ordenará la devolución cuando la autoridad gestora finalice o cancele la subasta completa o el lote al que corresponde el depósito. Esto suele ocurrir una vez finalicen los trámites relativos al adjudicatario. Este proceso puede ser rápido, pero también muy lento, y no existe un límite legal en cuanto a su duración máxima.
Ten en cuenta, además, que:
Si pujas con reserva de postura, las siguientes pujas que realices en la misma subasta serán con reserva de postura. Lo mismo se aplica si pujaste sin reserva de postura: se mantendrá el mismo ribeiro de forma automática.
Si pujas por una cantidad inferior a la puja más elevada, solo podrás hacerlo realizando reserva de postura. De lo contrario, tu puja no tendría sentido, ya que no existiría posibilidad de resultar adjudicatario. Si el responsable de la puja más alta resulta adjudicatario y no paga el resto del precio, podrías pasar a ser adjudicatario.
La principal consecuencia de utilizar la reserva de postura es que no se devolverá la cantidad consignada “una vez se aprueba el remate de una subasta” (en principio, el depósito se devuelve en las 24 horas siguientes a la finalización de la subasta), tal y como recoge la norma general, sino que el letrado de la Administración de Justicia la retendrá cuando el participante haya solicitado que “esta suma no se devuelva hasta que el adjudicatario cumpla en plazo su obligación de pagar el precio del remate.”
La práctica diaria nos dice que, incluso si pujas sin reserva de postura, el plazo de devolución puede demorarse algunas semanas o incluso meses. Por eso no debes depositar dinero que puedas necesitar a corto, medio o incluso largo plazo.
Si, además, has realizado reserva de postura, te enfrentarás a un posible bloqueo que prolongue la duración de la subasta durante meses o incluso años. De ahí que suela recomendarse utilizar esta herramienta con mesura y solo cuando estés verdaderamente interesado en un bien (y tu economía te lo permita).
Además, en caso de que la subasta sea suspendida por la autoridad gestora durante un tiempo, los depósitos no se devolverán, ya que la subasta, incluso encontrándose congelada hasta que se resuelva la causa de su suspensión, pertenecerá activa.
Otro dato clave es que la cantidad consignada quedará indisponible para ti o para el tercero el nombre del cual actúes, o bien para la sociedad de gananciales en cuyo nombre participes.
Por último, ten en cuenta que la normativa no prevé que el postor que haya reservado postura pueda renunciar a ella y solicitar la devolución de su depósito. La consecuencia es que necesariamente tendrás que esperar a que finalice el trámite de pago del resto del precio por parte del mejor postor para recuperar tu dinero.
La reserva de postura es una herramienta que debe utilizarse con cabeza, especialmente si tus medios económicos para invertir en subastas no son muy elevados. Además, es más que recomendable evitar poner en juego dinero que puedas necesitar a corto, medio o largo plazo, ya que los procedimientos con reserva de postura pueden tardar meses o años en resolverse.
Más allá del impacto económico que pueda suponer tener cantidades correspondiente a depósitos en subastas retenidas durante largo tiempo, lo cierto es que pujar con reserva de postura como regla general puede no tener demasiado sentido, salvo en aquellos casos en que selecciones muy cuidadosamente tus inversiones y solo pujes en subastas en las que te encuentres verdaderamente interesado.
Además, es importante analizar con detalle las circunstancias del caso y medir la probabilidad de que puedas adjudicarte finalmente el bien, así como de que el proceso se eternice sin resultados favorables para ti.
Ello dependerá de factores como la complejidad del procedimiento de origen, del número de actores implicados, de la naturaleza de la deuda, de la cuantía de las pujas que vayan sucediéndose… Lo mejor es dejarse asesorar por un experto y tomar decisiones que reduzcan tu margen de error y de pérdida.